26 de Agosto de 2008
Ficha Técnica
Titulo Original: Play It Again, Sam
Tambien conocida por: Sueño de un seductor
Dirigida: Herbert Ross
Guión: Woody Allen
Año: 1972
Origen: U.S.A
Genero: Comedy Romance
Duracion: 85 Minutos
Elenco: Woody Allen - Diane Keaton
Sinopsis: Sueños de seductor es la obra homónima de Woody Allen llevada a la pantalla por el director Herbert Ross, a petición de Allen quien, en sus palabras, "aún no sabía dirigir". La pieza teatral que se representó con éxito en Broadway (también conocida como Aspirinas para tres) fue también uno de los primeros éxitos de Allen en el cine.
La historia de un cinéfilo que, afectado por su reciente divorcio, comienza a buscar una chica con quien estar, enredándose en un triángulo amoroso con la esposa de su mejor amigo, fue adaptada para la pantalla de una manera pulcra y divertida. En un tono de comedia y con un buen ritmo, el espectador se adentra a la vida de este sujeto, que alucina a Humphrey Bogart dándole consejos para ser un seductor.
Con referencias a muchas de las películas favoritas de Woody Allen (cine europeo y El sueño eterno (1946) de Howard Hawks), pero sobre todo a Casablanca (Michael Curtiz, 1943) de la que prácticamente calca el final, la película es un primer esbozo del mundo del cineasta neoyorquino, que a partir de esta cinta dirigiría sus propias ideas, llegando a filmar una película por año hasta la fecha.
Los sueños de un seductor se confunden con la realidad en esta cinta, además de evidenciar la fortaleza en pantalla de la dupla Allen-Keaton, que después realizarían más películas como Annie Hall y Manhattan.
La historia de un cinéfilo que, afectado por su reciente divorcio, comienza a buscar una chica con quien estar, enredándose en un triángulo amoroso con la esposa de su mejor amigo, fue adaptada para la pantalla de una manera pulcra y divertida. En un tono de comedia y con un buen ritmo, el espectador se adentra a la vida de este sujeto, que alucina a Humphrey Bogart dándole consejos para ser un seductor.
Con referencias a muchas de las películas favoritas de Woody Allen (cine europeo y El sueño eterno (1946) de Howard Hawks), pero sobre todo a Casablanca (Michael Curtiz, 1943) de la que prácticamente calca el final, la película es un primer esbozo del mundo del cineasta neoyorquino, que a partir de esta cinta dirigiría sus propias ideas, llegando a filmar una película por año hasta la fecha.
Los sueños de un seductor se confunden con la realidad en esta cinta, además de evidenciar la fortaleza en pantalla de la dupla Allen-Keaton, que después realizarían más películas como Annie Hall y Manhattan.
3 comentarios:
Hola.
No tiene que ver con la pelicula pero:
¿de donde sale ese mito de "Tocala de nuevo, Sam"? ¿de aca? porque esa frase nunca se dice en Casablanca, es un mito formado quien sabe donde y porque.
http://es.wikiquote.org/wiki/Casablanca
Y me encanto Aguirre, La Ira De Dios. Interesante como documentaliza y ficcionaliza de un momento a otro y fue muy bueno ver primero esta pelicula de Herzog. ya que mencionaban metaforas en la pelicula ¿los monos del final huyendo representaban a los tripulantes?
Saludos
Con respecto a lo de "Play it again, Sam" la verdad que esa duda ya la tengo desde hace bastante ya me voy a poner a investigar un poco a ver que encuentro.
Me alegro que te gustara Aguirre es una película que la quería pasar hace mucho tiempo por la fuerza que tiene el director en las imágenes y los silencios naturales cuando son necesarios. Lo de los monos para mi significa la soledad y la locura.
Cuando Rick conoció a Felix
Woody Allen deja que otro director (Herbert Ross) se haga cargo de un guión que él mismo había escrito para el teatro, pidiéndose, como no podía ser de otro modo, el papel de Allan Felix, el cinéfilo que se deja aconsejar por el mismísimo Humphrey Bogart en temas amorosos.
La carga cómica y el complejo con las mujeres del alter ego de Allen, hacen de esta obra, que en algunos momentos se convierte en un delirante monólogo, una deliciosa comedia de situaciones muy reconocibles por la mayoría de los hombres, que no en pocas ocasiones han ensayado sonrojantes escenas de seducción delante de un espejo, la mayoría de las veces imitando a algún actor o personaje cinematográfico.
La naturalidad con la que el personaje protagonista asume sus bajos niveles de conquistador, los esfuerzos por elevar el listón y la dignidad con la que encaja sus derrotas le convierten en uno de los antihéroes más simpático y entrañable de la historia del cine.
Sinhué
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